Polo Uno
Sobre la colectora de la Panamericana, a la altura del kilómetro 53, se encuentra este edificio de oficinas y locales comerciales que intenta responder con arquitectura a las demandas particulares de su emplazamiento. De intención abierta y translúcida hacia la autopista, reduce las superficies permeables hacia el contrafrente, a la vez que por su disposición en planta, genera un semi claustro interno que se conecta con la trama urbana de baja escala que allí se inicia. Ese gran espacio central común se encuentra parquizado y equipado, tanto para generar visuales e iluminación a las áreas de trabajo, como para fomentar el encuentro y el esparcimiento contenido. El edificio se encuentra elevado sobre un podio, con el objetivo de ganar altura y consolidar las perspectivas internas y su identificación desde la autopista, a la vez que facilitó la generación de estacionamientos enterrados. Una vez alcanzado el nivel de acceso, los locales comerciales dispuestos en planta baja se vinculan con ese espacio autónomo y contenido por el edificio y la línea de árboles, generando una suerte de promenade que continua al percibir el patio central verde por detrás del hall central, invitando a ingresar al edificio y a su clima. Resuelto principalmente en hormigón armado visto, hacia el frente se buscó su expresividad mediante un doble marco que otorga escala al conjunto y enmarca la situación de acceso.